Lo Que Quiero, Lo Que Pago, Lo Que Recibo

Si pagas por un servicio, mereces un buen servicio; esa es la lógica de este asunto, sin embargo una cosa es el servicio que se ofrece, otra el servicio que el cliente espera recibir y otra muy diferente el servicio que el cliente recibe. Aunque tal vez se me este pegando su kiskiyosidad, este no es el caso.
Esta vez de uno de los lugares mas importantes y reconocidos de La Ceja, nos llevamos una de las peores impresiones por su atención, por lo menos en mi caso fue una muy mala impresión.

Comenzare por excusarlos: Si, lo se, era un día congestionado, ya había pasado gran parte del día y podían estar cansados... y habrán muchas otras razones si de justificaciones se trata. Pero la realidad es que un cliente mal atendido no regresa y crea una mala imagen del negocio ante clientes potenciales.

Cuando llegamos, el lugar no estaba completamente lleno y habían aproximadamente 5 meseros atendiendo. Nos ubicamos en una mesa pequeña. Aun no me decido que fue peor si el primer o el segundo. Inicialmente nos atendió un hombre que en la premura de ser ágil y eficiente se olvido de los modales, el saludo fue un tanto descortés: "buenas, enseguida les atiendo" y se fue dejando las cartas sobre la mesa. Luego de un rato los vi haciéndose señas entre ellos, mirándonos a nosotros para decidir quien tomaba la orden y entonces se acerca nuevamente el mismo mesero; yo pedí un café y una entrada, y cuando menos pensé me percate que hablaba sola, de la nada él huyo hacia la cocina, sin terminar de tomar la orden y mi acompañante se quedo en stand by, después regreso y en cuestión de segundos le pregunto que deseaba y, no se si fue solo mi impresión, pero casi nos arrebato las cartas, parecía mas bien que tenia premura por que saliéramos pronto del lugar.

La orden la trajo otra chica, que al parecer poca experiencia tiene en el asunto de servir, pues entregar de su mano un objeto, con el cual el cliente consumirá los alimentos, ademas de ser
anti-higiénico es de muy mal gusto, (al parecer para ser mesero ya no enseñan ni una pizca de protocolo) y por ultimo al poner la orden en la mesa fue un tanto brusca y tosca, pero aparte de esto inmediatamente vieron que habíamos terminado, de la forma mas inapropiada y grosera retiraron el plato sin ni siquiera anunciarlo. Y por ultimo, al pedir la cuenta, para ser un lugar reconocido la entrega fue seca y para acabar de ajustar no era una factura oficial, era solo una tirilla que no llenaba los requisitos legales, y cuando pregunte por ella, me dijeron que esa era la factura oficial. La impresión que me genero fue una de las peores de varias que he tenido y no hablare de mas detalles porque es ahondar en el asunto.

Atender a otra persona no es un trabajo agradable y menos fácil, pero como mínimo el mesero
debería pensar como se sentiría si el fuera atendido así, y si bien podían estar cansados no era justificación de atender mal al cliente, porque parecía mas bien que querían echarnos.

Si me permiten dar una calificación de 0 a 10, debería dar un 3, siendo generosa y  tal vez solo porque la comida estaba buena, aunque a juicio de mi acompañante ha desmejorado.

Y no es solo kiskiyosidad...