A Family

Levantarse temprano, buscar ropa apropiada a la oficina, bañarse, empacar documentos, hacer chocolate para llevar, correr para llegar a tiempo y trabajar todo el día, regresar a casa, preparar algo de comer, recoger el desorden, lavar la ropa, hacer algunas cosas personales, acostarse y empezar otra vez.  La eterna rutina.
Creo que  ya he olvidado lo que eso significa.

Despierto casi en automático 6:00 AM , él aún duerme al costado de la cama, en silencio me levanto y reviso la habitación del lado, ellos aun duermen plácidamente. Voy a la cocina, y al tiempo que hago los primeros suaves sonidos, llegan ellos, uno desesperado por su primer bocado del dia, y el otro aun aperezado. Les sirvo su comida y dos vasos de agua, uno en mi cuarto, lo despierto con un beso, el sonrie me corresponde y se sienta al borde de la cama, toma su vaso de agua  y llevo el otro la habitacion de al lado.

Despierto al pequeño y le doy su vaso de agua, busco su uniforme y lo llevo a la ducha, le ayudo a bañarse, y a vestirse. Regreso a la cocina, y preparo un rápido desayuno un poco de huevo revuelto y un chocolate caliente con un pan tostado. Él va a la habitación de los pequeños y le ayuda a peinarse y ponerse loción, le pone sus pequeños zapatos y llegan juntos a desayunar. Mientras ellos comen, yo preparo un par de sándwiches para su media-mañana, algo de fruta para el y para el pequeño, cereal con yogurt. Cuando terminan de comer ellos van juntos a cepillarse mientras reviso que no falte nada en su maleta, retiro un par de juguetes del  maletín, y pongo un dulce en cada maleta.

Ambos se despiden de mí con un beso y un abrazo y se va juntos como todas las mañanas.
Voy y reviso a la pequeña quien aún duerme plácidamente en su cuna. Limpio la suciedad de los peludos, que ya juegan en el patio. Me ducho rápidamente, busco a la pequeña la despierto con suavidad, le doy algo de su alimento y la baño, ella siempre disfruta jugar con el agua, cuando termino con ella la dejo en la sala con sus juguetes y preparo un poco de desayuno para ambas, y es hora de limpiar, encender la lavadora, y ordenar la casa, mientras juego y aprendo de la pequeña.

La mañana está por la mitad, preparó algo de fruta y cereal, como con mi pequeña bebé, le pongo una prenda bonita, un vestido de encaje que le hace ver como una muñeca. Tomo mi bolso, revisó que todo quede bien cerrado. El viaje siempre es placentero para ella, camina y juega y cuando se cansa extiende sus brazos para que camine por ella. Siempre entró por la puerta de él, lo saludó cuando se puede, a veces está muy ocupado otras no tanto. Esta rutina tal vez sea temporal mientras los niños crecen.

Mi oficina tiene una encargada y el trabajo es suave, un par de informes, impuestos y reuniones, él mientras tanto crea, su trabajo como ingeniero siempre será crear y me impulsa a que yo lo haga también. Mi tiempo de trabajo dura poco más de dos  o tres horas, él me dice que ira por el niño, y llevará a la pequeña con él. Yo terminaré de trabajar. Para cuando el regresa con los dos pequeños mi asistente se ha ido y podré cerrar la oficina. El por su parte aún tiene un poco de trabajo por terminar. Normalmente regresamos juntos a casa con los niños a eso de las tres o cuatro de la tarde. Pero hoy voy yo sola con los niños.

En casa los niños sacan al perro a pasear por el barrio, el almuerzo pronto estará listo, cuando escucho su voz en la puerta saludando a los pequeños con alegría y amor, el mismo amor que siempre ha sentido por esta familia, entra con la pequeña en brazos, el perro corre al patio, y el pequeño corre a poner la correa del perro en su lugar, junto con los juguetes. Todos se lavan las manos y van a la cocina, los pequeños ponen la mesa y el me ayuda con la ensalada y los aderezos, sus abrazos siempre son calurosos y tiernos mientras me ayuda a cocinar, el me ayuda a servir y almorzamos todos juntos.

La tarde es momento de familia, ayudar al pequeño con sus tareas, jugar con la pequeña, salir a caminar, hacer las compras, y por supuesto lo mas importante hacer aquello que amamos, él nunca ha permitido que deje de hacer lo que amo, e impulsa a los pequeños a que busquen sus talentos. En la tarde antes de anochecer, la casa es risa, juegos, un poco de tv antes de un pequeño aperitivo para ir a dormir.

El me ayuda a preparar los dormitorios, mientras yo reviso las tareas y les pongo sus pijamas, recogemos juguetes, cepillamos todos nuestros dientes y todos a la cama.

El lleva a la pequeña en brazos y yo llevo a al pequeño a su cama, leemos un cuento antes de ir a dormir y dejamos una pequeña luz encendida antes de salir por si acaso. El va a revisar que todo en la casa esté bien cerrado y apagado, yo reviso que los peludos tengan comida y agua, cuando llego a la habitación él ya está entre las cobijas, me acomodo a su lado, leemos un poco, le abrazo, y conversamos hasta quedarnos dormidos.

Así son nuestras semanas... y los fines de semana... son otra historia.

Comentarios

Entradas populares