EL CIELO... EN EL INFIERNO 4

La música los atrajo a todos de regreso al templo. Por alguna razón la música, a pesar de su melancolía, complacía el oido de todos los que la escuchaban. Mientras la melodía sonaba el seminarista se desesperó y corría en medio de los jóvenes, hasta que alcanzo la puerta de acceso a las escaleras y subió corriendo hasta llegar al lado de Annemarie, y su mano tocó el hombro de ella justo cuando ella terminó de interpretar la canción, y exhalando volvió en si y miraba el Órgano con sopresa y confusión. Miro luego al seminarista, quien sin pensarlo dos veces la abrazo, y trataba de reconfortarse asimismo diciéndose que ella estaba bien, pero el rostro de sorpresa de Annemarie decía otra cosa.

Paul y Dereck no tardaron mucho en subir, Dereck fue el primero en aproximarse, pero se detuvo como petrificado al pie de un poste justo antes de llegar al lado del seminarista, y Paul se choco en la espalda de Dereck y lo empujo un poco adelante. Todos permanecían en silencio, y la escena parecía completamente inmóvil. Annemarie bajo sus manos del teclado y giro su cabeza para mirarlos, el seminarista la tomo por los hombros y le dijo:

- ¿Estás bien?

Ella sonriendo le respondió:

- Si.

Dereck permanecía atónito y Paul se aproximó a ella preguntando:

- ¿Qué paso?

y ella solo respondió:

-Nada - con una sonrisa en el rostro.

Y mientras ellos la observaban llego el Sacerdote, que de inmediato les ordeno.

- Paul y Dereck, vayan a hacerse cargo de sus grupos y comiencen las actividades ya, Demian, tu trabajarás con Annemarie. Bajen ya, los muchachos esta inquietos.

Respiro profundo y espero que todos comenzaran a caminar hacia las escalas.

Demian tendió la mano a Annemarie y le ayudo a pararse, la guío hasta las escaleras y comenzó a descender. Paul y Dereck, quien aun estaba algo espantado, seguian de pie en el coral, hasta que el Sacerdote que caminaba tras Deamian y Annemarie les dijo:

- Jóvenes, apúrense,

Paul tocó a Dereck y le preguntó:

- ¿Pasa algo?

- ¿Lo viste?

- ¿Qué cosa?

- El reflejo en el espejo

- ¿Cuál reflejo?

- ¿No lo viste?

- no, pero dime...

- no importa... vamos

Dereck comenzó a caminar y Paul detrás de él, Dereck parecía muy perturbado y miraba constantemente el espejo que había cerca del órgano, como si esperara ver algo.

Estando todos abajo con los demás jóvenes, el sacerdote los repartió en grupos y aun le daba miradas a Annemarie, como esperando que algo sucediera. Ella permanencia de pie cerca a la puerta de acceso principal con Paul y Dereck a su lado. Demian se acerco a ellos y le dijo a Annemarie:

-Ven conmigo, trabajaremos en la base de maquillaje.

Annemarie asintió y salió del templo caminando al lado de Demian.

Nada raro ocurrió mientras transcurría la tarde, Annemarie se sentaba en el piso y jóvenes acudían a ella para que les pintara la cara y les asignara un color, les tomaba fotos y se reía con ellos... era fascinante verla sonreír y jugar con los demás jóvenes. Como si todo estuviera bien....

Antes de que el sol cayera los jóvenes fueron convocados en el templo, y todos entraron con rapidez, entre los jóvenes que coordinaban las actividades comenzaban a surgir ciertas miradas de desden para con Annemarie, algunos pensaban que ella habia hecho algo para para que le sucediera aquello. Ella recogia con el Demian los materiales y los empacaban en las maletas de siempre, las sucias y rotas maletas, se acercaron Paul y Dereck para ayudarle, el seminarista se puso en pie y les pidió:

- Chicos le ayudan por favor, yo debo entrar.

- Si, claro. - dijo Paul.

El seminarista corrio para entrar al templo y cuando menos pensaron lo vieron cruzar las puertas y desaparecer entre la propia oscuridad del interior del templo.

Estando solos con ella, ellos debian hacerle preguntas...

- Anne... ¿te sientes bien? - Pregunto Paul

- Si - respondió ella con sorpresa.

- ¿Estás segura? - insistió Dereck - ¿No has sentido o visto algo raro?

- No... - respondió ella con duda - ¿por qué me preguntas eso?

- No, por nada. - Respondió Dereck en tono pensativo mientras miraba al piso.

Annemarie, se puso en pie, recogió un par de bolsas de material y se volteo a decirles:

- Chicos vamos!

Dereck no dejaba de mirar el piso, como si algo en los pies de Annemarie llamara su atención, pero no decía nada. Ella caminaba algo extraño pero parecía que solo Dereck podía notarlo. Cuando ella llego a la puerta del templo se encontró de frente con el Sacerdote, quien sorprendido de verla ahí, la miro de pies a cabeza antes de gritar:

- Muchachos, los estamos esperando.

Ellos recogieron las cosas de inmediato y subieron al templo, Annemarie, estaba en medio de los jóvenes, quienes siempre le han demostrado un cariño sin medida, aunque con sus compañeros era otro asunto, habían algunos que tal vez estaban asustados por los sucesos recientes y eran apáticos a trabajar con ella. El sacerdote dirigió una hermosa celebración que dejo a los jóvenes con el corazón exaltado de sublimidad. Justo antes que oscureciera, todo había concluido, los jóvenes aún se despedían y hacían bulla en medio del templo, la verdad era que para el sacerdote y los seminaristas aquel desorden era música para sus oídos, pues los jóvenes estaban ahí ... siendo jóvenes, riéndose a carcajadas, conversando, cantado, haciéndose bromas.

Pero en medio de ellos, en un silencio sepulcral, inmóvil en medio del templo y con la mirada fija en lo mas alto de la cúpula, , Annemarie permanecía como si nada la turbara. En medio de un tumulto de jóvenes Dereck alcanzaba a verla, pero los jóvenes le impedían verla por completo, solo le veía por momentos entre los cuerpos y las sombras de los jóvenes que lo rodeaban para hablar con él, por el medio de los jóvenes alcanzó a mirar a Paul, que en señas le preguntaba que hacia y Dereck con un gesto de su cabeza le indicó que fuera donde ella.

Paul se acercó a Annemarie y le pregunto:

- ¿Qué miras?

- Las luces

- ¿Qué luces?

- ¿no las vez?

- no, ¿dónde?

- son destellos.... mira, de todos los colores

- ¿destellos?

- si, ahí. - y señalaba con su mano.

Dereck intentaba salir de en medio de los jóvenes para alcanzar a Annemarie y Paul pero era imposible. Paul le hacia señas a Dereck de que viniera, mientras prestaba atención a Annemarie, hasta que quedo petrificado... Una pequeña esfera de luz, con una halo blanco a su alrededor danzaba y Paul podía verla, solo una pero la veía... respiro profundo y grito:

-¡Dereck!

Dereck corrió en medio de los jóvenes, pero fue inútil la pequeña esfera de luz danzó se acerco al rostro de Annemarie y surco su cuello y comenzó a subir... Paul llamaba a Dereck con insistencia y nerviosismo, pero parecía que nadie a excepción de ellos tres eran conscientes de lo que sucedia.

Y cuando la pequeña esfera de luz subió a lo mas alto, hasta tocar la gran lámpara que colgaba en al mitad de la cúpula, un destello gigantesco inundo de luz todo el templo y paralizó por completo a todos.

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