EL CIELO... EN EL INFIERNO 5

Cuando el manto de luz se desvaneció unos segundos después, Annemarie estaba desmayada en el piso. Dereck corrió para verificar que ella estuviese bien, y Paul permanecía inmóvil mirando a lo alto de la cúpula...
- ¡Paul! - grito Dereck. - No respira.
Paul miro de inmediato a Annemarie, que comenzaba a palidecer.
Dos de los jóvenes presentes se aproximaron a ayudar, uno de ellos comenzó a revisar si algo impedía que respirara, Paul se inclinó y los aparto antes de que siguieran intentando hacer algo, y miraba algo invisible que descendía, Dereck miraba y no veía nada, pero para Paul era perfectamente visible. Cando aquella pequeña, espera de luz toco la frente de Annemrie, le volvió el aliento y respiro profundo como si estuviera ahogándose y abrió los ojo como platos.

Los jóvenes se congregaron alrededor de Annemarie, y todos esperaban que estuviera bien, algunos se preguntaban ¿qué estaba pasando? y solo unos pocos aún estaban atónitos por el resplandor que vieron. El padre con calma intento que todos los jóvenes salieran del templo hasta quedarse solo con los jóvenes que coordinaban las actividades. Y cuando al fin lo logro, pues todos estaban alrededor de Annemarie y Paul preguntando qué pasaba o solo escuchando y mirando, el rostro del sacerdote cambio de tono, parecía absolutamente enojado, y no había nada que pudiera calmarlo.

- Ustedes tres vengan acá ahora mismo, necesito hablar seriamente con ustedes.
- Padre, cálmese... por favor - le suplicaba el seminarista.
- No puedo calmarme, necesito explicaciones y respuestas. Vengan todos al frente y tomen asiento.
- Padre, no sabemos qué es lo que pasa.
- Tu y yo no.Ellos si - y señalaba con furia a Dereck, Paul y Annemarie, y prosiguió.
- Jóvenes si alguien tiene algo que decir sobre los acontecimientos recientes, agradecería que por favor hablen- Todos los jóvenes permanecían en silencio y se miraban unos a otros, algunos de ellos ni siquiera sabían de que estaba hablando el padre y tenían tantas o más dudas de las que el sacerdote y el seminarista tenían. Annemarie miraba a Paul y a Dereck, quienes permanecían con la mirada clavada en el piso, culpables del silencio que guardaban e inocentes por su desconocimiento.

- Jóvenes, ¿nadie tiene nada que decir? - pregunto por última vez con un tono de impaciencia, pero nadie respondió. - Bueno, podéis seguir guardando silencio, pero pronto tendréis que hablar - como si él supiera lo que iba a suceder.

- Levanten la mano los responsables de las actividades de mañana - de los presentes frente al sacerdote, solo uno levanto la mano. - ¿Quien más está contigo? - y el joven señalo a Annemarie, que levantaba la mano a un costado del altar donde estaba el sacerdote. Cuando la miro torno los ojos y le dijo al joven de atrás:
- ¿Qué parte te toca a ti?
- Apertura.
- ¿Ya está lista?
- Si
- ¿Se realizara acá o de camino?
- Se inicia aquí, pero termina allá.
- ¿Necesitas algo?
- No.
- ¿Quiénes trabajan contigo?
- Ellos - y levantaron la mano dos jóvenes más.
- Esta bien, y tu harás la parte principal, ¿verdad?- le dijo a Annemarie.
- Si señor.
- ¿Segura puedes hacerla?
- Si señor.
- ¿Quienes trabajan contigo?
- Ellos,- y tomo por los brazos a Paul y a Dereck que estaban a lado y lado de ella.
- ¿Que te hace falta?
- Nada, repasaremos ahora antes de dormir.
- Está bien. Pero ustedes no pasaran la noche aquí.- dijo el sacerdote en tono de orden.
Los tres abrieron los ojos asustados de esa inesperada noticia, pero permanecieron en silencio.
- Jóvenes todos de pie, vamos a orar.
Y todos entonaron las oraciones que se sabían de memoria:
- "Padre nuestro.......
Y cuando terminaron se santiguaron y el sacerdote salió por un lateral del templo, y al pasar al lado de Paul, Dereck, y Annemarie les dijo:
- Ustedes, vengan conmigo... y tú también - refiriéndose al seminarista.
Mientras cruzaban la sacristía el sacerdote les explicaba:
- Mañana no ingresaremos al templo, recibiremos a los Jóvenes aquí en el parqueadero. Andrew empezara su actividad a aquí y ustedes dos le ayudaran, -señalando a Dereck y a Paul - tu saldrás primero con Demian - haciendo referencia a Annemarie - para preparar la ceremonia antes de que los jóvenes lleguen, no quiero pausas ni contra tiempos.
Mientras él hablaba ellos se miraban un tanto sorprendidos y tal vez nerviosos, pero caminaban tras él, que se detuvo intempestivamente frente a la puerta que daba a los salones de reuniones...
- Dormirán aquí -  y empujo la puerta.
Dentro habían dispuestas 4 camas y unos armarios pequeños.
- Demian, ven conmigo - y siguió caminando ignorando por completo la reacción de los jóvenes.
Ellos solo alcanzaron a escuchar que le ordenaba pasar la noche con ellos mientras desaparecía en las sombras del parqueadero.

Los chicos se miraban, Dereck y Paul extremadamente preocupados, y Annemarie tenía el rostro descompuesto y la mirada perdida, como si algo malo en realidad estuviese pasando.
- ¿Qué pasa?, le pregunto Annemarie a los chicos.
- Nada, - respondió Dereck y tomo su morral, el morral de Annemarie, entro en el salón, y ella tras él.
- Deberías decirle, como le dijiste al sacerdote lo que paso anoche. - grito Paul desde a fuera.
- ¿Decirme qué?¿ ha pasado algo más? - pregunto ella
- Pegúntale a él, - El rostro de Paul se puso rojo de enojo e ira.
Derek soltó los morrales en la entrada y volvió para enfrentar a Paul...
- Y según tu.... ¿qué quieres que le diga?
- La verdad.
- ¿cuál verdad? si fuiste tú el que provoco todo esto...
- ¿yo?
- ¡Si tú! cuando se te ocurrió hacer estupideces.
- Tú sabes que ahí no pasó nada.
- Tu sabes que si paso.
- ¡así! dime... ¿qué paso?
- Tu no viste lo que yo.
- Nada, tú no viste nada. Mentiroso.
- ¡Basta! - se escuchó el grito de Annemarie, que los observaba discutir desde la puerta del edificio. Y como si su palabra hubieses sido una orden, las bocas de Paul y Dereck se silenciaron de inmediato y se miraban atónitos entre sí, pues al parecer no podían hablar.

La escena fue interrumpida por el seminarista que regresaba:
- ¿Qué pasa? - pregunto, mientras se acercaba a ellos.
Y esas palabras desataron sus bocas:
- Nada - respondieron los dos al unísono
- Vamos a arreglarnos para dormir.

Ellos entraron como perritos regañados al salón, y comenzaron a organizarse. Annemarie permanecía de pie en la puerta, al borde de las escalas de acceso en silencio, pensativa, y su cara mostraba cierta tristeza, Demian se le acerco la tomo por los hombros diciéndole:
- Vamos a descansar, mañana será un largo día. - La llevo con suavidad, adentro Paul y Dereck, permanecían en silencio ordenando sus cosas, Paul le arreglo a Annemarie la cama cerca a la suya.

Cuando todos estaban listos para ir a la cama, Demian rompió el silencio haciendo una oración:
"Dios mío, Jesucristo: Te doy gracias por todos los beneficios que has dispensado en este día. Te ofrezco mi sueño y todos los momentos de esta noche y te pido me conserves en ella sin pecado. Por esto me pongo dentro de tu Santísimo Costado y bajo el manto de mi Madre, la Virgen María. Asístanme y guárdenme en paz los santos Ángeles y venga sobre mí tu Bendición."

Todos siguieron la oración y cuando terminaron todos fueron a sus camas bajo el silencio abrumador que tensaba el ambiente.

 A media noche, Paul se despertó y sigilosamente encendió la luz de su celular y reviso que todos estuvieran dormidos, sobre todo Annemarie, tomo su manta y se acomodó bajo ella, buscaba en su celular información que pudiera ayudar a Annemarie, estaba entretenido en su lectura, cuando de la nada algo halo la manta que lo cubría, dejándolo expuesto:
- ¿Qué estás haciendo? - la voz de Dereck sonó potente en medio de la noche.
- Silencio, los vas a despertar... Estoy buscando algo que pueda ayudarla.
- Claro, como si el Internet sirviera.
- Por los menos hago algo
- A ver... que dice tu sabio Internet.
-https://www.mundoesotericoparanormal.com/como-identificar-posesion-demoniaca/-
- Así que... ¿crees que estas poseída?
- ¡No! pero tiene varios síntomas.
- No puedes basarte en eso.
Mientras ellos discutían, Demian se despertó y les pregunto:
- Jóvenes ¿qué hacen?
- Nada. - Respondió Paul, mientras escondía el celular bajo las mantas.
- Jóvenes, sé que no es nada. Ustedes saben algo más, por favor díganlo.
Paul, miraba a Dereck, esperando a que este dijera algo, pero ambos permanecieron en silencio. Dereck miro a Paul, y este movía su cabeza diciéndole que no.
- Él nos puede ayudar - dijo Dereck ante las señas que Paul le hacía - Yo confió en él, además tu y yo no podemos ayudarla.
- Chicos... ¿qué es lo que pasa?
- Nada - dijo Paul enojado.
Entre miradas se hablaron Paul y Dereck y se fueron a la cama. Antes de apagar la luz Dereck insistió a Paul para que accedieran a hablar con Demian, pero este se negaba rotundamente.

A la mañana siguiente, la primera en levantarse fue Annemarie, para cuando ellos se levantaron ella tenía casi todo listo incluso los materiales y había recogido el desayuno para todos. Era como si el día anterior hubiese sido solo una pesadilla para ella.
- ¡Pareces estar muy enérgica hoy! - Le dijo Demian.
- Un poco..
- Espera yo me organizo para que salgamos a preparar las cosas en el Cementerio.
- Está bien. - Le dijo ella

En unos pocos minutos todos los jóvenes estaban dando vueltas de un lado para otro, pronto empezarían a llegar los demás jóvenes para las actividades. Annemaria estaba con todas las cosas listas y mientras ella terminaba de revisar sus papeles y la pequeña mochila que llevaría en sus hombros, Paul se le acerco a preguntarle:

- ¿Cómo amaneciste?
- Bien y ¿tú?
- Bien, ¿dormiste bien??
- Si... - respondió ella un tanto extrañada por el interés que Paul mostraba en su estado.

Paul se preparaba para hacerle otra pregunta pero al tiempo llego Dereck, que lo interrumpió diciendo:

- Paul, el Padre te necesita.
- Ya voy...
- Ve ya, te necesita antes de empezar las actividades con los Jóvenes.

Cuando Paul se fue, Dereck comenzó a hablarle a Annemarie, parecían estar terminando de preparar y organizar asuntos de la actividad que ellos debían comenzar a dirigir en unos minutos. Mientras ellos conversaban, Demian los observaba desde la puerta de la sacristía, estaba bastante interesado en el comportamiento de Annemarie, se le hacia extraño verla tan enérgica hoy, después de verla desfallecer en sus brazos hacia una noche. ¿Qué era lo que la afectaba? ¿Qué pasaba con ella? Él sabía que algo extraño estaba sucediendo, pero no podía hacer suposiciones, necesitaba tener pruebas, argumentos y sobre todo saber a qué se enfrentaba, eso era lo que él pensaba, sabía que Annemarie no era consciente de lo que le pasaba y que eso sería un gran obstáculo para ayudarla, pues ella no diría nada y lo que dijera no ayudaría en mucho.

Sus disertaciones fueron interrumpidas por un brazo que se extendía frente a su rostro sosteniendo unas llaves, mientras una voz le decía:
- Deberían irse ya, e interrogarla por el camino.
- ¡Señor! - Miro Demian un tanto sorprendido el rostro del sacerdote que había parecido frente a él.
- Necesitamos saber qué es lo que está pasando, con que están jugando ellos.
- Pero ella no sabe nada...
- ¿Estás seguro de ello?
- Al menos no da indicios...
- Y eso es lo que necesitamos un indicio, para poder ayudarla. Sus amigos no dicen nada, ya los he interrogado a los dos y no han dicho nada, sin embargo me parece que Paul está influenciado a Dereck para que no diga nada... así que ella es la clave y la respuesta.
- No, ella es inconsciente de lo que le sucede, podría ser algo más...
- ¡Algo más! ¿En serio lo estás pensando? Son jóvenes, hicieron una estupidez, se metieron con algo que no pudieron controlar y ahora no saben qué hacer.

Demian tomo las llaves, y se alejó del sacerdote, el no compartía la opinión del sacerdote, algo le decía que no era tan simple, que no era algo que los muchachos hubiesen provocado porque puro placer, y algo que le decía que era más del cielo que del infierno, y tal vez él tenía razón, pero no tenía pruebas ni certezas de nada. Mientras se acercaba al lugar donde se encontraban Annemarie y Dereck, noto que ella cojeaba levemente, tal vez ni ella lo percibía, podía ser un una lesión leve o tal vez estaba relacionada con algo más.

- Annemarie, es hora de irnos. ¿Estás lista? - pregunto Demian
- Si, vamos. ¿Dereck ustedes están listos?-inquirió Annemarie
- Si, solo esperare a Paul para empezar y Andrew ya está listo. - Respondio Dereck.
- Nos vemos en la puerta. -dijo Annemarie, quien sin pensarlo se inclinó y recogió las cosas que debía llevar.

Paul apareció en medio de los jóvenes corriendo y le dijo a Annemarie mientras la abrazaba para despedirse:
- No le digas nada.
- ¿De qué? - pregunto Annemarie.
- De nada, no importa... solo no le digas nada.
La soltó y siguió corriendo hacia donde estaba Dereck
- ¿No decirme que?- pregunto Demian a Annemarie.
- Ni yo sé. - dijo Annemarie
Mientas caminaban a la puerta del parqueadero, el resto de los jóvenes parecían ignorarlos, todos estaban congregados frente al lugar donde estaban Paul y Dereck, quienes los observaban alejarse. Dereck le pregunto a Paul:
- ¿Vez lo mismo que yo?
- Seguramente no... Dime ¿Qué ves tú?
- Annemarie, lleva algo atado de su pierna, ¿no lo ves?
- mmm... la verdad no, pero que es.
- No lo sé, es la segunda vez que lo veo.

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