EL CIELO... EN EL INFIERNO 6

Lo que Dereck veía en la pierna de Annemarie, comenzaba a pesarle y por esta razón Demian la veía cojear, ella lo ignoraba, pero para él era más que evidente. La caminata no era larga, pero Annemarie se cansó más rápido de lo normal, pero eso solo lo sabía ella, ya que Demina la conocía desde hacía apenas un par de días, sin embargo le había tomado aprecio, más del que él mismo podía explicar. Durante el camino al cementerio el interrogatorio no se hizo esperar, Demian necesitaba aclarar sus dudas, sabía que Annemarie poco sabía del asunto, pero podía darle pistas y de algo estaba seguro, debía ser cauteloso al preguntar, no podía indisponer Annemarie, ni generarle algún tipo de incertidumbre o duda, así que comenzó por las ramas:

- ¿Cuál es el tema de hoy?
- La Muerte, tú ya sabías... ¿no? ¿Dereck no te dijo?
- Si, pero no he preparado nada contigo.
- Ah, bueno...
- Sé que vamos a hacer una reflexión, y tendremos actividades lúdicas
- Si, yo quisiera hacer otras cosas... pero ya no se puede.
- ¿Qué cosas?
- Ah, no sé, me gustaría hacerles saber que no hay porque temerle a la muerte.
- ¿Tú no le temes a la muerte?
- La verdad no.
- ¿Por qué?
- La muerte es un paso obligado en la vida, si naces… mueres un poco cada día, así que porque temerle a algo que es inevitable, tal vez deberíamos prepararnos cada día un poco para ello.
- Tienes razón... entonces ¿qué pasaría si te murieras hoy?
- Ah pues es triste... no te lo voy a negar, pero supongo que estaría bien, es decir si mi ciclo ha llegado a su fin creo que ya no hay más que hacer aquí.
- ¿Y qué crees que hay un más allá?
- ¿Más allá?
- Si, el más allá, la eternidad, el cielo, no sé, como quieras llamarlo.
- Por la fe sí, pero con certeza no sé, es decir, la vida es un paso obligado en medio de dos eternidades.
- ¿Crees que hay maldad del otro lado?
- Si, tal vez no sé.
- ¿Crees que del más allá puede llegar el mal aquí?
-Ya hay suficiente maldad aquí ¿no crees?
- Sí, tienes razón....
- Pero... hay cosas de este mundo y el otro que no tiene explicación.
- ¿Alguna vez has presenciado una de ellas? ¿Una de esas cosas que no tienen explicación?
- No, ¡ah! no sé si eso sea afortunado o desafortunado, pero yo nunca he visto o sentido algo, tal vez eso me haga un poco escéptica, pero en cierto sentido eso me ha hecho bien, no sé, por ejemplo lo que ha sucedido estos días, a veces se me hacen aterradoras las cosas que dice Dereck que han ocurrido, pero yo no recuerdo nada.
- No recuerdas... ¿nada de nada?
- No nada
- Ni cuando...

Annemarie se detuvo y Demian que venía elevado caminando a su lado, no se dio cuenta que ya habían llegado. Demian saco las llaves de sus bolsillos y se aproximó a la puerta para abrir....

- ¿Cuándo que...?
- Nada, olvídalo. ¿Qué tenemos que hacer primero?
- Preparar el Altar.
- Adelante...

Annemarie caminaba delante de Demian y él pudo observarla detenidamente, entonces lo noto. Su pierna izquierda cojeaba leventemente, ella parecía requerir más fuerza para levantar esa pierna del piso y caminar, en algunas ocasiones parecía arrastrar la pierna antes de levantarla del piso para dar el paso. Y entonces cuando ella piso las escalas del altar algo brillo en su pierna, fue un brillo metálico y mientras Demian trataba de procesar lo que vio por un instante ellas se quejó levemente de dolor.

Demian le pregunto:
- ¿Te pasa algo?
- No lo sé, desde hace días me duele un poco esta pierna, pude ser por la caminata o por todo el trabajo con los chicos.
- Si tienes razón... - pero Demian estaba pensado que era algo más.

El no dejaba de observarla, mientras disponían, los telones y los símbolos (velas, cruces... y otros), Demian se admiraba de la preparación que ella había realizado, tenía en una hoja su reflexión y en otras las meditaciones que les daría a los jóvenes, el tema era la muerte y ella estaba en toda la tónica. Cuando termino de disponer las cosas en el altar, se puso una bata negra, gigante, que le cubría desde la punta de los pies, hasta su cabeza. Demian estaba terminando de preparar el sonido cuando los jóvenes estaban comenzando a llegar y se asomaban por la puerta principal. Annemarie se acercó a la puerta a recibirlos, con todo y su espeluznante atuendo.

Los jóvenes estaban en la tónica de la meditación, salvo por tres o cuatro, la actividad estaba siendo perfecta, todos se acomodaron y se sentaron alrededor de la cruz gigante que había en medio del Cementerio, Annemarie y Paul hubieran preferido hacer la actividad en las horas de la tarde-noche pero el sacerdote fue enfático en su negativa y ordeno que la actividad se realizara de día.

La dramatización discurrió algo más de media hora, Paul y Annemarie improvisaban muy bien juntos. Habían preparado una dramatizan sobre un joven tenía un accidente de tránsito fatal, y en los minutos subsiguientes a su muerte el Ángel de la Muerte acudía a su encuentro y lo hacía reflexionar sobre su vida... mientras ellos hacían su parte Dereck y Demian permanecían a la sombra del techo de la pequeña capilla, donde se haria la oracion.

Demian, ponto noto que Dereck estaba petrificado a su lado, ni su respiración se lograba percibir, Demian lo tocaba con suavidad, tratando de llamar su atención suavemente y en un instante Dereck tomo con fuerza la mano de Demian que lo tocaba y le dijo entre dientes:

- Dime que tú también lo vez...
- ¿Ver qué?
- Lo que hay sentado en el travesaño de la cruz
- ¿Qué ves?

Demian no veía nada, y estaba entrando en pánico pues el rostro de Dereck se descomponía cada vez más, pero su cuerpo no se movía.
- Dime ¿Qué ves? - insistía Demian
- Es un....

Dereck no lograba encontrar palabras....
- Descríbelo... dilo... ¿qué vez?
- Un hombre.... - comenzó a describirlo - Es un hombre joven, alto, de contextura delgada, pero tiene los músculos marcados, viste de manera extraña, parecer tener una túnica desgastada, de color blanco pero un poco manchada y algo sucia, alcanzo a ver una armadura brillante que se marca bajo la túnica, tiene unas gigantescas..... Alas.

Y Dereck enmudeció...
-¿Qué pasa? -Pregunto Demian
- Me está mirando, él me mira fijamente.
- Dime ¿Qué pasa?...
- Ellos no quieren que siga....
- ¿Qué siga que...?
- Diciéndote lo que veo.

Lo que Demian tampoco veía era la extraña mujer vestida de blanco con el rostro banco y algo descompuesto que estaba para frente a Dereck y que le indicaba que hiciera silencio y tampoco a los demás hombres y mujeres de todas las edades que aparecieron de todos los rincones del cementerio.

- Son muchos - dijo Dereck
- ¿Muchos que...? - pregunto Demian.

Aquel hombre miraba fijamente a Dereck desde aquel lugar donde estaba sentado y entonces Dereck lo noto… una cadena ceñía la cintura de aquel hombre y caía holgadamente hasta tocar el piso y el extremo sujetaba la pierna de Anniemarie. Era algo que Dereck nunca había visto, estaba petrificado, tanto, que no se percató que Annemarie había terminado su parte de la actividad y había llegado frente a él y le dijo:
- Dereck, es tu turno.

Cuando escucho su voz, todo desapareció ante sus ojos, incluso la mujer que estaba parada frente el, y frente a sus ojos solo estaba Anniemarie, que le tendía el micrófono y la carpeta que le serviría de guía. El no dijo nada, solo tomo lo que ella le entregaba, trataba de concentrarse, mientras caminaba hacia el grupo de jóvenes, no tenía explicación para lo que vio. Mientras él tomaba la dirección del grupo con Paul, Annemarie le pregunto a Demian:

- ¿Qué le pasa?
- ¿A quién? ¿A Dereck?
- Si
- No sé, me dice que vio algo. Y estaba preocupado. - Demian, no quería decirle nada a ella, así que esperaba que no preguntara más, pues ella se asustaría y se preocuparía, algo que no podían permitir, pues si era algo que ellos habían hecho a propósito lo ocultaría y sino, podría confundir las conclusiones que Demian podía sacar.

- !Ah¡... ¿Otra vez?
- ¿Qué? ¿El ve cosas?
- Si, a veces... o eso dice.
- Y ¿Tú le crees?
- No sé... es decir, soy algo escéptica en parte porque como ya te dije yo nunca he visto nada, y pues, no sé, creo que es algo que hay que respetar, pero es que hay cosas que son increíbles.
- ¿Cómo increíbles?
- Es que... él dice que ve personas, sombras, la virgen, que él siente muchas cosas... y pues es como si yo fuera ciega ante eso o... tal vez me falta fe.
- ¿Crees que te falta fe?
- Si
- ¿Alguna vez le has pedido pruebas a Dereck de lo que él ve?
- Si
- ¿Y?
- Nada, yo nunca veo nada.

Y se giró  frustrada, y cuando subió su pie al primer escalo de la capilla Demian escucho que algo se quebraba, y cuando miro el suelo, vio una pequeña fisura que se abría bajo el pie izquierdo de Annemarie, pero cuando volvió a levantar el pie, la fisura desapareció.

- ¿Y que han hecho para que tu tengas pruebas?
- Pues hemos hecho vigilias, pero Paul no le gusta hablar de eso.
- ¿Por qué?
- Porque, a él no le gusta que digamos lo que pasa con el cuándo hacemos las vigilias. Él dice que él lo sabe manejar, que es solo un problema psicológico.
- Y ¿tú que crees?
- Yo solo espero que de verdad sea un problema psicológico....
- Y... ¿qué hacen...
- Annemarie... - nos interrumpió Paul. - ¿tienes más hojas?
- ¿De la reflexión?
- Sí.
-Míralas ahí. - señalándole una carpeta sobre el morral de ella.

Las tomo y se las entregó a otro joven.
- ¿Annemarrie, te ayudo a recoger?
- ¡Ah! si, ya casi vamos a terminar.

Demian enmudeció, sabía que Paul no diría nada y tampoco permitiría que Annemarie dijera algo. Así que debía esperar y hablar con ella a solas en la noche y tal vez con Dereck. ¿Qué hacían en las vigilias? ¿Qué le pasaba a Paul en esos momentos? ¿Que había visto Dereck?... comenzaba a llenarse de preguntas en lugar de respuestas, algo así como la fe... más preguntas que respuestas, pero al final la fe era lanzarse a ciegas desde esa azotea. Era lo que Demian pensaba.

Cuando Dereck termino la actividad, los jóvenes se organizaron en grupos y salían del cementerio con sus coordinadores, mientras Dereck caminaba temeroso hacia la capilla, no modulo palabra solo se limitó a recoger sus cosas y ayudar con el resto del material. Cuando estaban listos para salir Dereck fue el primero en hacerlo, tomo sus cosas y salió de la capilla y del cementerio sin mirar atrás.

- ¿Qué le pasa? -pregunto Annemarie.
- No se - respondió Paul - Seguro vio algo.

Y todos guardaron silencio, recogieron las cosas y salieron de la capilla, mientras caminaban Annemarie miraba a todo lados, para todos los rincones del cementerio, como si buscara algo y se retrasó un poco mientras miraba, pero ella no veía nada, nunca había visto nada. El don de la visión no se le concede a todo el mundo, y es tan ambiguo y misterioso que algunos incluso dicen que se ve es con los ojos del alma o los ojos de la fe, y Annemarie de algo estaba segura, estaba perdiendo la fe, y tal vez hasta dudaba que tuviera alma.

En la puerta la esperaba Demian y más abajo Paul, su búsqueda de aquello que había visto Dereck fue infructuosa. Cruzo la puerta del cementerio y bajo las tres escalas del acceso y al tiempo Demian escucho otra vez el sonido metálico, pero nada metálico rozaba el piso. Demian no dijo nada y procedió a cerrar la puerta, y mientas lo hacía un viento frio traspaso la reja y le heló la caja por un momento, del susto dejó caer las llaves al piso. El sonido hizo que Annemarie volteara y lo que vio en la reja la dejo petrificada en frente de la puerta del cementerio.

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