EL CIELO... EN EL INFIERNO 8

La tarde languidecía y los últimos rayos del sol teñían el cielo de un naranja pálido que se iba transformado en lila y al lado contrario un azul oscuro mostraba el inicio de la noche, mientras Anniemarie le contaba a Demian.... algo que tal vez el Sacerdote Karl hubiera deseado escuchar...

- Hace un par de semanas discutí con Dereck, la discusión fue bastante fuerte, le dije que tal vez lo que ellos decían ver era obra del demonio porque yo no veía nada, o que tal vez yo no era tan santa como ellos para ver, le dije que sus amigos no se merecían que él les mintiera de esa manera, ni menos que jugara de esa forma con su psique. En realidad me enojaba que él le dijera a todos que tenían el demonio dentro o que estaban poseídos y necesitaban liberaciones. Yo siempre fui muy apática a eso, no puedes llevar a alguien a una liberación o algo sin saber sus antecedentes psicológicos, no conoces ni al demonio, entonces ¿de qué podrías hablar? La discusión paso a mayores cuando Dereck dijo que yo era una muestra de que el demonio poseía a las personas, porque yo estaba allí para hacer que todos dudaran de la existencia del mal y que eso era obra del mismo demonio. Entonces le pedí que me mostrara aquello que yo ignoraba, Paul también se le exigió a Dereck que nos mostrara. La verdad me hervía la sangre de la ira cuando Dereck insinuó que yo estaba poseída. Dereck dijo que él iba a preparar algo para mostrarnos entonces le dijimos que NO, que no queríamos ser manipulados por él. En ese punto Dereck estaba muy enojado con Paul y conmigo tanto que no nos habló por un par de días... hasta que un día Paul me llamo... estaba atardeciendo y me dijo que Dereck haría una liberación en una casa cerca a la suya, que probablemente su madre asistiría y que encontraría la manera de colarse conmigo, así que fui rápido a su casa, cuando llegue en la casa del frente de la casa de Paul había mucha gente afuera, algunos conversando otros orando. Paul tenia listas unas linternas y salimos caminando de su casa, la luz del sol ya se había perdido por completo y las luces de las casas poco iluminaban la zona, era un lugar más bien rural, las casas estaban dispersas a lado y lado de la calle, cruzamos la calle por una zona bastante oscura, Paul me guio por detrás de las casas y encontramos un pasadizo por el cual se llegaba al patio de la casa en la cual Dereck estaba encerrado con otras personas para hacer la liberación. Yo tenía mucho miedo, pero Paul estaba decidido a ver lo que Dereck hacia... entro sigilosamente en el patio trasero y me halaba de la mano para que yo entrara tras él, pero algo me detenía, tenía miedo, no quería entrar pero Paul insistía y cuando cruce la puerta mis ojos se cegaron… yo no recuerdo nada, lo que recuerdo de esa noche es lo que Paul me conto, porque Dereck no ha querido decir nada.

-¿Qué paso en ese momento? - pregunto Demian interesado.

- Paul dijo que cuando entro en el patio había muchas sombras y que todas intentaron atacarlo al entrar, que pensó que me halaba mientras caminaba pero que cuando miro por encima de su hombro para mirarme, yo no estaba, me busco desesperadamente con la linterna y que solo vio que alguien me cargaba y tapaba mi rostro mientas se alejaba por el pasadizo que hacia algunos minutos habíamos cruzado. (Mientras Anniemarie decía estas palabra sobaba su pierna izquierda que parecía le dolía y entre los movimientos de sus manos Demian logro ver una cadena brillante que se incrustaba en la pierna de Anniemarie y que se extendía en el piso hasta perderse en las sombras.) Paul decidió continuar sin mí y por una extraña razón confió en el hombre que me cargaba, el cual era iluminado por una tenue luz. En medio de la oscuridad Paul escuchaba una persona que gritaba desgarradoramente y al fondo la voz de Dereck se escuchaba orar. Paul alcanzo la puerta desde donde se escuchaban los gritos y la abrió al hacerlo aquella mujer que gritaba se le abalanzo y lo tumbo, tenía el rostro descompuesto y profería infinidad de insultos con una voz gutural. Hasta que Dereck se acercó y le ordeno callarse, su cuerpo se retorcía y contorcionaba en el piso mientras Dereck seguía leyendo una infinidad de oraciones del libro que tenía en sus manos, a su lado habían otras dos personas un hombre y una mujer, cuya presencia Paul había ignorado. Ocasionalmente Dereck miraba a Paul con un enojo que si las miradas mataran ese día Paul habría fallecido. Paul se puso en pie y salió corriendo por el mismo lugar por donde entro pero tropezó de golpe con una pierna de alguien, del golpe soltó la linterna y esta cayo iluminando mi rostro, era mi pierna con la que había tropezado. Me dijo que yo estaba dormida y recostada sobre el muro que separaba la casa del callejón por el que entramos. Lo único que se de esa noche es que Paul me despertó desesperado y me hizo correr hasta su casa. Yo estaba como ida en casa de Paul, cuando Dereck llego iracundo y le reclamo a Paul por nuestra intromisión, pelearon no recuerdo las palabras, pero permanecieron enojados por varios días.

- ¿Sucedió algo más esa noche? - pregunto Demian

- No, yo tenía mucho sueño, estaba como aturdida. Era muy tarde cuando todo termino así que regrese en taxi a casa. Y según mi mama dormí casi por dos días.

- ¿Qué piensas de lo que sucedió esa noche?

- No sé, yo no puedo asegurar nada, en realidad para mí lo raro fue quedarme dormida.

- ¿Tú le crees a Paul?

- No sé, es que yo solo vi todo oscuro y no recuerdo más, pero Paul asegura que es verdad. Además Paul es más curioso y arriesgado... le gusta investigar y experimentar...

- Experimentar...

- Si... ya sabes vivirlo por si mismo.

- ¿Hizo él algo?

- Algo así…, días después de eso, cuando ellos volvieron hablar Dereck accedió a llevarnos a una liberación liderada por él, esta vez habían muchas personas, la mayoría jóvenes, yo no dure allí ni dos segundos... todos creían estar poseídos o eso era lo que Dereck les había dicho, yo por mi parte tome mi mochila y me fui. Ellos dicen que cuando salí todos vieron algo salir tras de mí. Yo la verdad no les preste atención, no me iba a dejar sugestionar por ellos y por su sugestión colectiva. Esa sesión nadie me la quiso contar, pero Paul cambio aún más después de eso.

- ¿Qué paso con él? ¿Cómo cambio?

- Yo lo sentía preocupado, como si algo le agobiara, o le pesara, nunca me ha querido decir nada y pues por más que pregunte nunca me dicen nada.  Tal vez por mi incredulidad no me cuentan nada.

- ¿Y los días siguientes sucedió algo más?

- Pues a mí nada, al menos no que yo recuerde, pero Paul dice que a él si le han ocurrido cosas.

- Y durante el día que dormiste, ¿sucedió algo? ¿Soñaste algo?

- Soñar no, pero se me hizo raro que yo durmiera tanto.

Damián se quedó en silencio por un momento, tenía la mirada perdida en el piso, hasta que se decidió a preguntarle:

- Anniemarie... perdona que cambie el tema... ¿qué pasa con tu pierna?

- Nada ¿Por qué?

- Desde hace días... he notado algo extraño en tu pierna y pensé que tú también lo habías notado…

- Extraño... ¿Qué cosa?

- He visto que cojeas...

Anniemarie lo pensó por un momento y se miró la pierna, Demian la miraba detenidamente y noto algo de tristeza en su rostro...

- No sabía que cojeaba - dijo ella con tristeza - me ha dolido un poco los últimos días pero creo que es porque he trabajado mucho estos días en la semana Juvenil.

- Es posible... - dijo Demian en tono pensativo - ¿Nunca antes te había pasado?

- No, es la primera vez que me duele, antes era solo un cansancio normal. Ahora es diferente.

- ¿Porque ahora es diferente?

- Es que ahora siento como si algo me apretara, o me halara, o como si pesara mucho... no lo sé.

- ¿Crees que esa noche tenga relación con lo que sucede con tu pierna?

- No sé, pero no creo.

- ¿Desde hace cuando sientes tu pierna rara?

- Hace días. Pero más desde la vigilia.

- ¿Que vigilia?

- Antes de empezar estas actividades Dereck le pidió permiso al Sacerdote Karl para hacer una vigilia para poner en manos de Dios esta semana y estuvimos en oración todos los coordinadores.

- ¿Dónde fue? ¿Estuvieron solos?

- En la capilla vieja que van a demoler. Si, ni el sacerdote Karl nos pudo acompañar, ni los otros seminaristas antes de ti.

- ¿Paso algo esa noche?

- No que yo recuerde.

- ¿Podrías describirme que paso esa noche?

- Todo empezó muy bien, nada fuera de lo normal. Primero nos reunimos todos en la casa de uno de los coordinadores, comimos algo, revisamos que no falta nada y caminamos hacia la capilla, allí ya no hay nada sacro, todo ya fue retirado, pero el lugar tiene cierto aire de tranquilidad con respecto a otros lugares de la misma construcción que son un tanto más lúgubres. Ellos ya habían dispuesto un altar improvisado con unos telones viejos, un reflector y una cruz. Dispusimos las cosas en torno al altar, incluidas las colchonetas y las bolsas de dormir. El orden implicaba un canto inicial, una oración que se convirtió en el testimonio flojo de Dereck, ese de manipular los hechos y sucesos para contarlos bajo su percepción y poniéndole a Dios obras que tal vez ni siquiera sean cosa suya. Pensé que se repasaría el itinerario, las responsabilidades y haríamos más oración pero por el contrario, algunos de los asistentes tenían vino en sus mochilas, así que sin más tomaron el vino, cantaron y bailaron hasta que Dereck, antes de que todos se durmieran decidió orar a la Virgen, de inmediato todos se dispusieron, se arrodillaron en un semicírculo y Dereck se puso en medio a orar, poco a poco algunos jóvenes se fueron quedando dormidos. Para cuando Dereck termino la oración al menos seis jóvenes estaban dormidos. Entonces empezó a decir que La Virgen había pasado que todos miraran la escarcha en sus manos, rostro y cabello, pero yo no vi ni sentí nada. Dereck se me acerco y me aseguraba que el veía la escarcha en mis cabellos y manos, me hablo durante unos instantes y tomaba mis manos, no sé con exactitud si él estaba orando, pero ahí empezó el dolor en la pierna, pensé que era el frío del lugar así que me cubrí bien con la manta y me fui a dormir.

- ¿crees que Dereck te hizo algo?

- No, yo creo que esa noche algo provoco el dolor… tal vez el frío.

- No creo que sea el frio… - insinuó Demian con cierta duda en la voz.

Guardaron silencio por un rato, Demian no quitaba la mirada de la pierna de Anniemarie, esperando ver algo más, y ella mantenía la mirada perdida en el cielo que ya no tenía color y en el cual las estrellas comenzaron a destellar. Comenzaba a hacer frío, así que Demian decidió que era hora de bajar, aunque Anniemarie quisiera quedarse allí, en la tranquilidad y el silencio de la noche. Demian se puso de pie, camino hacia la puerta y la abrió, encendió la luz del celular, para iluminar las escalas y cuando tenía todo listo, volteo la mirada hacia Anniemarie, que ya estaba de pie en medio de la terraza y cuando la miro lo vio y lo miraba fijamente.

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