Dedicated to 11: DAVID ¿SANTIDAD, FELICIDAD O AMOR?

(Yo no lo sé)

Quererte por asociación fue un término mal usado, la realidad es que te conocí por asociación, por que estabas al lado de la persona que yo quería conocer, la verdad si me hubiera cerrado a no conocer a lo que rodeaba a esa persona no hubiera conocido el ser humano tan maravilloso que eres. Conocerte por asociación fue magnifico.

Sé que no te gusta que te lo diga, pero eres la celebridad, deberías admitirlo: te saludan más personas que a una persona normal, tienes la agenda más apretada que una estrella de cine, nunca sales en fachas y siempre hueles delicioso. Cuando te conocí, poco a poco me fui dando cuenta de quien eras más por las palabras de quien yo quería conocer que por ti mismo, y aunque el exageraba ciertas cosas sobre ti, ahora que he compartido contigo puedo decir que las palabras en algunos aspectos se quedaron cortas y en otros fueron muy acertadas, pero nunca se equivocó en describir el maravilloso ser humano que eres; sé que esta historia tal vez es una de las cosas que más nos duele ahora mismo, porque tal vez el final que tenemos en nuestras manos no es el final que queríamos, y aunque todos somos culpables, culparnos no solucionara nada, pero este asunto es algo de lo cual no es apropiado hablar aquí y ahora. Ahora se trata de hablar de ti.

A veces te miro y veo un niño, que grita querer vivir, amar, ser libre, jugar, experimentar, divertirse, sonreír, que solo desea ser el mismo y compartir a lado de los que tu amas, veo un niño, solo un niño casi joven que maduro prematuramente y que desea vivir, pero sobre todo amar, porque aprendiste un poco del amor de Dios, (aunque yo no comparta propiamente esa concepción de Dios y de amor). Y en ocasiones me hablas como un anciano que parece hubiera perdido el sabor de la vida, como si deseara más estar del otro lado que en este mundo, como si estar acá fuera una tortura, o como si todo lo que hubiera en este mundo fuera malo e intentara dañarte. Recuerda mira al cielo, ansia el cielo, pero mantén tus pies sobre la tierra y mientras estés en ella, se feliz y haz el bien.

A veces te quiero y otras me incomodas, y como diría alguien te quiero más de este lado. Pero sin lugar a dudas este lado te hace más daño de lo que yo puedo imaginar; sin embargo te quiero feliz, como todos deberíamos de serlo. A veces te observo, te escucho y es como si hablara con un viejo, lleno de sabiduría, de normas, de creencias, de filosofías, de anécdotas, conocimientos y tal vez hasta prejuicios, te veo y es como si todo eso te pesara, te hiciera daño, te lastimara, pero eres feliz. En otras ocasiones, y tal vez solo con algunas personas, eres tan humano, con tantos sentimientos, con tantas emociones, como si pudieras sentirlo todo hasta con la última fibra de tu ser, solo puedo decir que tu amas con intensidad y sinceridad, aunque para muchos el amor raya en el pecado o tal vez en los prejuicios de los demás.

"Santo es aquel que deja pasar la luz" siempre supe que ser Santos debía ser algo natural, sencillo y simple en nosotros, no un montón de artilugios mal puestos que solo tallan como talla la infelicidad. A veces te veo y es como si todo te tallara, como si todo te maltratara, pero entiendo tu punto, entiendo que la felicidad al igual que la santidad requiere ciertos sacrificios. Santo no es quien hace milagros, sino quien con actos sencillos obra milagros, y eso propiamente es lo que obras en mi aunque a veces no lo vea, y aunque te critique por tu accionar.

"Felicidad no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace." Jean Paul Sartre. He aprendido que ser feliz debería ser nuestro único objetivo en la vida, aunque bueno yo no he sido capaz de aplicarlo a mi vida. La felicidad no es un fin, es un estilo de vida, porque debemos ser felices con lo que tengamos, con las cosas sencillas y pequeñas de la vida, como los niños que sonríen solo porque si y que encuentran la felicidad y la calma en las cosas más sencillas. Para ser Santo no es necesario renunciar a la felicidad,  ni hacer mortificaciones constantes y exageradas o tontas, ... "Santo es aquel que sufre con paciencia las mortificaciones que trae cada día y quien es feliz a cada día, solo con lo que tiene y lo que él es" A veces te veo como un santo y es común que las personas que te rodena te vean así, pero me gustaría que solo fueras un humano, un simple mortal en todos lados, como lo eres conmigo, que disfrutes de las cosas simples de la vida y que desde esa simpleza persigas tu felicidad y tus sueños, aquellas cosas que te hacen sonreír y con las cuales te puedo manipular ... un helado.

"Ama hasta que te duela. Si te duele es buena señal." Madre Teresa de Calcuta. Del amor solo diré que es el sentimiento más sublime que el ser humano pueda experimentar, y que dentro de las cosas intensas de la vida él es el único que nos puede hacer sentir el cielo y el infierno, incluso la muerte estado vivos. Siempre he creído que el amor es capaz de muchas cosas, pero sobre todo, creo que el amor mueve el mundo y que si es un verdadero amor puede purificarse y santificarse a sí mismo. Pero debemos aprender a apreciar todos los tipos de amor: el de familia, el de amigos, el de Dios, el de pareja y todos los demás que resumiré en las tres definiciones que conozco: Filia, Eros y Agape; aunque sé que tú tienes otras concepciones para estas definiciones pero me entiendes. El amor vivifica, santifica y nos hace felices, puede cambiar cualesquier tragedia en un simple obstáculo, cuando hay amor todo se puede, todo se vuelve más fácil. Pero no trates de explicar o entender el amor porque: "El corazón actúa por motivos que la razón no entiende" A veces te veo como ese sencillo chico que ama con intensidad y que aprendió a amar en medio del dolor y que encuentra el en amor a Dios, a la vida, a su familia y a sus amigos - hermanos, el refugio y la fuerza para enfrentar las dificultades.

No sabes cuánto admiro tus virtudes, tu paciencia, tu sinceridad y sobre todo tu capacidad de escucha y esa habilidad para dar consejos y hacer que reflexionemos sobre nosotros mismos y sobre aquello que nos acongoja. En estos días has sido mi más hermoso refugio ante las adversidades y me has acompañado de una forma muy especial por estos momentos en los que se me desgarra el corazón, tal vez en parte por mi locura. Tengo tanto que agradecerte que no sabría por dónde empezar... y menos como hacerlo, solo diré que estoy muy feliz de tener tu amistad y me siento honrada de ser tu amiga.

David: Ama intensamente y se feliz cada día con las cosas simples,  que estas dos virtudes sean el medio para llegar a la santidad. No te quiero santo, te quiero humano y feliz y que al final de tus días tus obras, tus luchas le muestren al mundo lo grande que fuiste y lo santo que eres. 

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