Un lugar, Personas, Cerveza y Musica (Radiola Bar)
Nunca en mi vida había visitado un lugar en el cual te sientes como en la sala de tu casa, y al principio aquí fue así, era la sala de mi casa, apta para compartir con los amigos, tomarse una cerveza o un shot, escuchar buena música y relajarse; eso era la Radiola para mi.
Cuando me acerque a aquel negocio por primera vez, vi algunos rostros conocidos, y pensé: "ese sitio no es para mi", pero por esas cosas de la vida y luego de que pasara un tiempo y con el mas grande pesimismo acepte salir con alguien luego que me dejaran planta esa misma semana 2 veces y una por lo alto, ¿que mas podía pasar? ya que mas daba otra plantada!, pero este hombre no me planto, el estaba esperándome incluso antes de que yo llegara. He de ser sincera, no creía que aquel lugar podría llegar a gustarme tanto. La música y el ambiente eran un poco pesados... Pero poco a poco fueron siendo agradables, mas agradables de lo que pensé.
Y esa primera vez no solo conocí a alguien especial, conocí un lugar que cambiaría un tanto mis rutinas en las noches. Después de aquella primera vez... Quería volver y disfrutar de aquel lugar, no solo por la compañía sino por el espacio como tal, y encontré una cómplice... Una amiga que compartía conmigo algo más que el gusto por la música. Esa se volvió nuestra rutina, la mas agradable de todas, cada viernes o sábado, era nuestro punto de encuentro, una cerveza, música y muchas personas por conocer.
Era como llegar a casa, siempre había un rostro agradable y amable que te recibía, te ofrecía algo de tomar y siempre había alguien con quien compartir, un par de palabras, una buena canción o solo el espacio, a veces había eventos especiales, pero eran mas que eso.
Con el paso del tiempo y de los días aparecían rostros familiares, y algunos se iban volviendo familiares, se fueron haciendo amigos, o tal vez algo mas... y en medio de la música a veces algunas personas resaltaban por diversas razones ... incluso alguien que me encanta por sus ojos y cabello ... era casi seguro que siempre podría verlo ahí, así que era una razón mas para ir. A veces me sorprendía de encontrar allí personas que yo conocía pero que nunca pensé que visitaban lugares como el bar. A veces llegaba sola y salia acompañada, y eso era un gran regalo. Era mas que un negocio... era la sala de la casa... para compartir con los amigos o solo para relajarse; era mas que música y no escuchabas la música que normalmente escuchas; era mas que licor o cerveza, era brindar y compartir; eran mas que personas, eran amigos, eran conocidos o eran algo mas.
Hoy que recuerdo este lugar... quisiera que aun existiera una sala como esta, un lugar para estar y compartir. Las experiencias y los regalos que quedaron de aquel lugar duraran por toda la vida pues aun en la calle cruzas miradas con uno de esos rostros, los reconoces y con una linda sonrisa te saludan... como si se conocieran de toda la vida.
Y esa primera vez no solo conocí a alguien especial, conocí un lugar que cambiaría un tanto mis rutinas en las noches. Después de aquella primera vez... Quería volver y disfrutar de aquel lugar, no solo por la compañía sino por el espacio como tal, y encontré una cómplice... Una amiga que compartía conmigo algo más que el gusto por la música. Esa se volvió nuestra rutina, la mas agradable de todas, cada viernes o sábado, era nuestro punto de encuentro, una cerveza, música y muchas personas por conocer.
Era como llegar a casa, siempre había un rostro agradable y amable que te recibía, te ofrecía algo de tomar y siempre había alguien con quien compartir, un par de palabras, una buena canción o solo el espacio, a veces había eventos especiales, pero eran mas que eso.
Con el paso del tiempo y de los días aparecían rostros familiares, y algunos se iban volviendo familiares, se fueron haciendo amigos, o tal vez algo mas... y en medio de la música a veces algunas personas resaltaban por diversas razones ... incluso alguien que me encanta por sus ojos y cabello ... era casi seguro que siempre podría verlo ahí, así que era una razón mas para ir. A veces me sorprendía de encontrar allí personas que yo conocía pero que nunca pensé que visitaban lugares como el bar. A veces llegaba sola y salia acompañada, y eso era un gran regalo. Era mas que un negocio... era la sala de la casa... para compartir con los amigos o solo para relajarse; era mas que música y no escuchabas la música que normalmente escuchas; era mas que licor o cerveza, era brindar y compartir; eran mas que personas, eran amigos, eran conocidos o eran algo mas.
Hoy que recuerdo este lugar... quisiera que aun existiera una sala como esta, un lugar para estar y compartir. Las experiencias y los regalos que quedaron de aquel lugar duraran por toda la vida pues aun en la calle cruzas miradas con uno de esos rostros, los reconoces y con una linda sonrisa te saludan... como si se conocieran de toda la vida.
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