Una Mirada Y Una Sonrisa.
Publicado en Facebook el 22 de abril de 2010.
Vas caminando por la calle como de costumbre, siempre pensando en tus cosas, distraído de todo cuanto te rodea, porque tienes en tu cabeza miles de preocupaciones, el trabajo, el dinero, las cuentas, la familia y todo lo demás, que ocupa tus prioridades y no te percatas de nada de lo que hay a tu alrededor, pareciera que solo fueran tú y tus pensamientos en la calle ocupando todo el espacio, y como ya te sabes el camino de memoria ni siquiera necesitas fijarte en el, ya recuerdas el recorrido monótonamente por lo cual no te preocupas por él y solo lo recorres como si nada nuevo pudiera pasar.
Caminas como un robot por la acera, cruzas la calle y continuas caminando por la otra acera, todo parece ser como de costumbre y tus pensamientos te absorben hasta que de repente… una mirada, una sonrisa y un simple “HOLA” fuera de lo común, rompen con la rutina y todo se sale del parámetro establecido, pero a pesar del sobresalto reaccionas con rapidez y respondes a ese extraño saludo diciendo: “HOLA” un tanto asustado y sonríes al tiempo que ambos continúan su camino; pero este ya no es igual, la rutina se ha roto, ya nada en este día será igual.
Continuas caminando intentando retomar tu rutina, pero tu pensamiento trata de encontrar una explicación a esa ruptura que se ha producido, como si esa buena y hermosa anomalía fuera algo totalmente peligroso. Qué tristeza que se nos haga tan extraño brindar una sonrisa en la calle y saludar a los demás aunque sean desconocidos, pero que de una u otra forma necesitan una mirada, una sonrisa y un desinteresado: “HOLA”
A pesar del anterior quiebre e intentando retomar la rutina, solo caminas y piensas en esa mirada, esa sonrisa y ese “HOLA” que han cambiado por completo tu estado de ánimo y te han hecho feliz y sonríes para ti como si lo sucedido fuera algo gracioso. Pero después de un momento te preguntas ¿volverá a suceder? ¿Sería posible que volviese a pasar? Y la respuesta automática de tu mente es: “NO”, es imposible que algo así vuelva a suceder. Po lo cual que solo te pones feliz por lo que ha acontecido y lo guardas para ti como un hermoso y extraño recuerdo.
Entonces mientras caminas y piensas en todo eso y contra todas las probabilidades llegas a una esquina y aun pensando en lo que había sucedido más arriba, de repente…, nuevamente te sorprende esa mirada alegre y amable, pero esta vez no dice nada, entonces te la tomas por sorpresa y le dices “HOLA”, a lo que reacciona y se sonríe contigo, entonces te pregunta: “¿para dónde vas?” Y tu respondes: “a trabajar”. Y con prisa continuas el camino ya que vas retrasado y mientras llegas a tu lugar de trabajo te preguntas: ¿Qué hubiese pasado si dispusieras de un poco más de tiempo? ¿Esto se volverá a repetir?
Esa fue la primera vez que vi a una persona que llamo por completo mi atención y a pesar de estar en contra de todas la probabilidades hemos tenido otros siete encuentros en los cuales nuestras miradas se cruzan sin decir una sola palabra, solo una simple sonrisa basta para cambiar el día; ya que la prisa del tiempo nos ha impedido hablar. Aunque la verdad quisiera conocer a esta persona y hablar con él.
ANNY
Dedicado a un extraño (con pocas referencias para encontrarlo).
Vas caminando por la calle como de costumbre, siempre pensando en tus cosas, distraído de todo cuanto te rodea, porque tienes en tu cabeza miles de preocupaciones, el trabajo, el dinero, las cuentas, la familia y todo lo demás, que ocupa tus prioridades y no te percatas de nada de lo que hay a tu alrededor, pareciera que solo fueran tú y tus pensamientos en la calle ocupando todo el espacio, y como ya te sabes el camino de memoria ni siquiera necesitas fijarte en el, ya recuerdas el recorrido monótonamente por lo cual no te preocupas por él y solo lo recorres como si nada nuevo pudiera pasar.
Caminas como un robot por la acera, cruzas la calle y continuas caminando por la otra acera, todo parece ser como de costumbre y tus pensamientos te absorben hasta que de repente… una mirada, una sonrisa y un simple “HOLA” fuera de lo común, rompen con la rutina y todo se sale del parámetro establecido, pero a pesar del sobresalto reaccionas con rapidez y respondes a ese extraño saludo diciendo: “HOLA” un tanto asustado y sonríes al tiempo que ambos continúan su camino; pero este ya no es igual, la rutina se ha roto, ya nada en este día será igual.Continuas caminando intentando retomar tu rutina, pero tu pensamiento trata de encontrar una explicación a esa ruptura que se ha producido, como si esa buena y hermosa anomalía fuera algo totalmente peligroso. Qué tristeza que se nos haga tan extraño brindar una sonrisa en la calle y saludar a los demás aunque sean desconocidos, pero que de una u otra forma necesitan una mirada, una sonrisa y un desinteresado: “HOLA”
A pesar del anterior quiebre e intentando retomar la rutina, solo caminas y piensas en esa mirada, esa sonrisa y ese “HOLA” que han cambiado por completo tu estado de ánimo y te han hecho feliz y sonríes para ti como si lo sucedido fuera algo gracioso. Pero después de un momento te preguntas ¿volverá a suceder? ¿Sería posible que volviese a pasar? Y la respuesta automática de tu mente es: “NO”, es imposible que algo así vuelva a suceder. Po lo cual que solo te pones feliz por lo que ha acontecido y lo guardas para ti como un hermoso y extraño recuerdo.
Entonces mientras caminas y piensas en todo eso y contra todas las probabilidades llegas a una esquina y aun pensando en lo que había sucedido más arriba, de repente…, nuevamente te sorprende esa mirada alegre y amable, pero esta vez no dice nada, entonces te la tomas por sorpresa y le dices “HOLA”, a lo que reacciona y se sonríe contigo, entonces te pregunta: “¿para dónde vas?” Y tu respondes: “a trabajar”. Y con prisa continuas el camino ya que vas retrasado y mientras llegas a tu lugar de trabajo te preguntas: ¿Qué hubiese pasado si dispusieras de un poco más de tiempo? ¿Esto se volverá a repetir?
Esa fue la primera vez que vi a una persona que llamo por completo mi atención y a pesar de estar en contra de todas la probabilidades hemos tenido otros siete encuentros en los cuales nuestras miradas se cruzan sin decir una sola palabra, solo una simple sonrisa basta para cambiar el día; ya que la prisa del tiempo nos ha impedido hablar. Aunque la verdad quisiera conocer a esta persona y hablar con él.
ANNY
Dedicado a un extraño (con pocas referencias para encontrarlo).
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