La Casa De Los Sueños I -- (Nos Conocimos)

PARTE I -- CONOCERNOS.

Ella pasaba ocasionalmente y nos miraba, como si quisiera quedarse con nosotros. Pasaba en un bus ocasionalmente y miraba la puerta y nos miraba como si nos deseara, durante un tiempo la vimos pasar a diario en la mañana y en la noche y nos miraba con anhelo, pudimos memorizar su rostro y su mirada triste, pero llena de amor, de un extraño amor. Luego dejo de pasar, no la volvimos a ver y comenzamos a olvidarla, y con el paso de los días, las semana y los meses, algunos comenzaron a llegar y con su llegada empezó el dolor y el sufrimiento. Nos han lastimado hasta lo mas profundo, algunos han muerto, nos han arrancado pedazos de cuerpo, de corazón y de alma, nos han mutilado y han puesto moles de concreto inertes, sin vida en medio de nosotros, ahora entendemos su mirada triste, ella sabia lo que iba a pasarnos y al igual que nosotros no pudo hacer nada por salvarnos. Paso el tiempo y no la volvimos a ver, la habíamos olvidado y ella a nosotros, la desesperanza, se apoderaba de nosotros, y el silencio rondaba nuestras mentes, las maquinas se habían calmado, pero las moles de concreto aun estaban ahí tan cerca de nosotros.

A ellos siempre los veíamos pasar, a veces los rostros eran familiares,otras veces solo extraños, esos buses eran un continuo ir y devenir casi hasta el punto de marearnos, hasta que un día vimos su rostro de nuevo y el bus se detuvo justo en frente de la portada de acceso,estuvo ahí por un instante y luego volvió a ponerse en marcha dejando tras de si un cuerpecito pequeño y frágil, con los ojos llenos de ilusiones y una brillante sonrisa. Era ella, ella que regresaba a nosotros, de inmediato la recordamos, estábamos felices de verla de nuevo, con cuidado cruzo la calle, y avanzo hacia la puerta, traía con sigo un bolso en su espalda, nos miro, suspiro y comenzó a pisar nuestra grama, se acerco a la portada y la expresión de su rostro dejaba ver la emoción que albergaba en su interior.

Era mas pequeña de lo que pensábamos, pero para los de su especie ella ya era una adulta, estaba parada frente a la porta que por tantos años nos mantenía a salvo de todo, o al menos eso creíamos, respiro profundo, su pecho se inflo demasiado, disfruto cada partícula de aire que entraba en su cuerpo, soltó el aire y sonrió de placer, se acerco a un mas a la portada y la miraba detenidamente, su rostro parecía inquieto y luego de un rato inspeccionando la puerta se decidió, se quito su bolso y lo arrojo al otro lado, sentimos un poco el golpe, y cuando volvimos a mirarla a ella, ahí estaba subida en la reja intentando pasar la portada, estaba incomoda, pero fue muy ágil, nosotros no podíamos ayudarla, y pesamos que caería de bruces al suelo, pero con cuidado paso una pierna y luego la otra y luego salto....  sus piernas amortiguaron el golpe, respiro profundo, como recobrando el aliento, tomo su bolso y miro al cielo, un momento después comenzó a caminar.

Sus pequeñas pisadas nos hacían cosquillas en las raíces, era muy liviana, casi como una pluma o como un pequeño pájaro de los que a veces hacen nidos en nuestras ramas, nos miraba sin espabilar, nos observaba mientras caminaba y no dejaba de hacerlo, su cara era de completa admiración y fascinación, respiraba con tranquilidad y pero con fuerza, como si amara el aire que entraba en sus pulmones, como si se enamorara en cada inspiración. La vimos caminar por un rato y sin que se diera cuenta, la guiamos a nuestro lugar secreto, ese que hemos protegido a costa de todo y que ni las maquinas, ni las moles de concreto han podido encontrar.

¿Que porque confiamos en ella y la llevamos a aquel lugar? porque sentimos que solo ella sentía amor por nosotros, solo ella se enamoro de nosotros con solo vernos, sabíamos que solo ella podría darnos el valor que merecemos, y creímos en ella. Sus ojos brillaban mientras la llevábamos al santuario, estaba casi en éxtasis y nosotros fascinados de ver ahí en medio de nosotros. El santuario era el lugar perfecto para que ella se enamorara de nosotros y se quedara para siempre a nuestro lado.

Cuando entro en el santuario se quedo perpleja, sus ojos no parpadeaban y como si hubiera olvidado respirar por un rato .... soltó una bocanada de aire, puso su bolso sobre el pasto busco algo entre sus cosas, saco una hermosa manta, y la tendió sobre nuestro pasto y sentimos como si algo muy suavecito nos cobijara, luego saco un par de cosas de su pequeño bolso. Pero algo nos horrorizo, un extraño artefacto similar a los que trajeron los hombres que construyeron las moles, no podíamos hacer nada, la persona en la que habíamos confiado nos había defraudado, solo era cuestión de esperar, en unos instantes ella comenzaría a medir con tiras extrañas y a hacer llamadas. Sin embargo sus acciones fueron muy extrañas, se recostó sobre la manta, y comenzó a usar su extraño aparato de una forma extraña, ella no lo usaba como los hombres de las moles, parecía que nos pedía que sonriéramos para ella, y entonces nos dimos cuenta, ella nos veía a través de ese artefacto, y le fascinaba vernos por ahí, la pantalla parpadeaba repetidas veces y ella pasaba de una lado a otro y miraba a través de la pantalla, se acercaba a nosotros, nos miraba por un lado por el otro y sonreía , le fascinaba hacer eso, se distraía en cada detalle, en nuestras hojas, incluso en las que ya habían muerto, parecía estar atónita con los insectos y trataba a toda costa de mirarlos con su artefacto, pero era mas difícil de lo que ella pensaba, las sombras y los haces de luz la embelesaban, buscaba el lugar apropiado para que salieran los colores mas hermosos en la pantalla.

Luego de un rato de dar vueltas y vueltas con su aparto y mirarlo casi todo con el se recostó sobre la manta, ella era realmente liviana, la cubrimos con nuestras ramas y la protegimos del sol, dejábamos pasar un suave viento para mantenerla fresca, ella cerraba sus ojos y se quedaba entredormida, se arropo con su manta y nos miraba con ternura. Permaneció allí tendida durante un par de horas y nosotros nos deleitábamos mirándola, su cuerpo se movía con suavidad al ritmo de su respiración, hasta que de un momento a otro un estruendoso ruido irrumpió en el silencio, ella saco su mano y lo cayo, abrió sus ojo, extendió sus brazos, y se sentó, comenzó a arreglarse el cabello, se puso en pie, y comenzó a guardar sus cosas, entendimos que debía irse aunque quisiéramos que ella se quedara con nosotros para siempre. Doblo su manta y la guardo, colgó su bolso en su espalda y su artefacto en su cuello, camino al rededor por un momento y nos volvió a mirar en su aparato, y comenzó a caminar hacia la reja.

Una tarde maravillosa había terminado, tal vez nunca mas la volveríamos a ver, la acompañamos durante todo el camino, la observamos caminar, sus pasos eran rítmicos y su cabello era movido suavemente por el viento. Cuando ella llego a la puerta, se volteo y nos miraba con nostalgia, era una despedida, levanto su aparato y nos volvió a mirar con el aparato, luego paso su bolso al otro lado de la reja, se apoyo con sus manos y subió sus pies a la reja, los paso al otro lado y de un salto bajo al suelo, recogió su bolso, miro la reja con su aparato y se volteo. Cruzo la calle con cuidado y se paro en frente de la reja y de nosotros, nos miraba desde lejos, era una despedida tal vez nunca nos volveríamos a ver y solo nos quedarían los recuerdos. Su pequeño cuerpo allí parado era adorable, su mirada mostraba algo mas que tristeza pero no pudimos entenderla.

Y ahí llego el vehículo blanco y azul, y su cuerpo desapareció ante nuestros ojos, y su tierno rostro apareció en una ventana del vehículo, y con su mano se despedía, y el vehículo se la llevo, lo observamos hasta donde nuestros ojos alcanzaron antes de que el vehículo se perdiera entre las montañas. 

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