HISTORIA DE ADAZ ** -- Un Fantasma

(Nota: les debo el número del capitulo, debo actualizar esta historia)
Nunca he sabido quien es, no he visto su rostro nunca, normalmente tiemblo ante su presencia, pero ante su constante ausencia, me hace falta así sea el lúgubre frió de su existencia.

Hace un par de días veía que Annaomy salía de casa a distintas horas y siempre regresaba acompañada, pero él nunca entraba a casa, siempre la llevaba hasta la puerta, y esperaba a que ella entrara. Una noche ella no llegaba, Ana y yo estábamos preocupadas por ella, yo no despegaba la vista de la ventana y Ana trabajaba tratando de calmarse. Las horas pasaban y pensábamos que tal vez no llegaría, que tal vez había desaparecido como en otra ocasión, pero no había nada que probara esa opción... pensábamos ¿qué pudo haber pasado?, ¿donde la podríamos buscar?...

Y cuando la noche se hizo mas oscura, una silueta fue trazada por la tenue luz de la calle, era un hombre y a su lado una silueta mas delicada, pequeña y delgada, llame a Ana para que mirara, pegamos la nariz al vidrio de la ventana que comenzaba a empañarse, ambas queríamos saber quien acompañaba a Annaomy, pero no pudimos ver nada, él la abrazo por un momento y luego la silueta se fue perdiendo en la distancia y la oscuridad de la noche.

Bajamos corriendo a recibir a Annaomy, traía una sonrisa de oreja a oreja y no caminaba, ella levitaba a 5 cm sobre el piso, era extraño verla así, normalmente ella tiene un temperamento fuerte, pero esta vez su rostro era diferente y cuando se percato de que la observábamos se puso seria y camino directo a la escalas, intentamos detenerla y preguntarle quien era aquel hombre que la acompañaba desde hacia un par de días cuando llegaba a casa, y solo respondió secamente: NADIE. Al subir, se acostó con Annyta y nosotras solo nos miramos; yo seguía intentando interrogarla, pero no respondía, mientras lo hacia ayude a Ana a recoger todo para ir a cama, al acostarnos no entendíamos nada, pero decidimos no preguntarle mas por aquel hombre.

A media noche me despertó un murmullo, pensé que algo había pasado o que tal vez el chico había regresado. Entre abrí un poco los ojos intentando que las voces no se percataran que yo estaba despierta, pero quien estaba despierta era Annyta, que estaba sentada en la almohada, y abrazaba su pequeño peluche, era ella quien susurraba y Annaomy entre dormida le respondía permaneciendo recostada en la orilla de la cama, intentaba saber de que hablaban, así que cerré los ojos y me concentre en los murmullos. Las preguntas de Annyta eran muy claras, hablaban del hombre, pero las respuestas de Annaomy no lograba entenderlas, y tratando de escucharlas me quede dormida.

A la mañana siguiente Ana se levanto temprano como de costumbre, ella ya había adquirido una rutina y eso nos daba estabilidad a todas, le ayude a prepararse y cuando se fue, regrese a la cama , Annyta y Annaomy aun dormían plácidamente, moría de la curiosidad por saber de que habían hablado la noche anterior, pero debía interrogar a Annyta sin que Annaomy se diera cuenta. Ya entrada la mañana Annyta se levanto, le pedí que se arreglara y como siempre abrazo su peluche y saco todos sus tarros y juguetes y se fue para el baño, era raro, no era domingo, se lavo el cabello, se puso su vestido azul y limpio sus boticas, como Annaomy le había enseñado, le ayude a guardar sus cosas y me dijo: "Deberías ponerte bonita tu también" le pregunte: "¿por qué?" y me respondió: "Hoy conoceremos a alguien", tomo su peluche y bailaba frente al espejo.

Decidí dejarla tranquila e ir al baño, Annaomy pronto se levantaría y no debía ver que interrogaba a Annyta, cuando salí del baño, Annyta había cambiado mi ropa y puso una nota: Este se te ve mas bonito, era mi vestido morado, lo pensé mucho pero al final me lo puse, no sabia bien la razón. Arregle las cosas y el cuarto, mientras lo hacia Annaomy se levanto y se baño, se arreglo y sin mas ni mas, solo se despidió y se fue, mas temprano de lo normal, no dijo nada, ni para donde iba, ni a que hora venia. Cuando termine de ordenar fui a buscar a Annyta, que estaba sentada frente al televisor, abrazando su peluche y Zosio dormía a su lado, ella movía sus piernitas que colgaban de la cama ya que no alcanzaban al piso, me senté a su lado la cargue y le pregunte de que hablaba anoche con Annaomy. Me sonrió y dijo: "Espera a que terminen los muñequitos"

Me acomode en la cama y ella también lo hizo, pero seguía con sus ojos abiertos como platos y concentrada en el televisor, faltaba poco para que se terminaran los muñequitos y también para que Ana regresara, me puse a jugar con el cabello de Annyta y mientras lo hacia ella me pidió que le hiciera una trenza. Comencé a trenzar el cabello y cuando iba por la mitad se terminaron los muñequitos, entonces ella puso música y me pregunto: ¿y bien... qué es lo que quieres saber?,le pedí que me contara de que hablaron ella y Annaomy en la noche...

Annyta se quedo en silencio un rato, y luego comenzó a hablar: "Ella me estaba contado que había conocido a alguien y que quería traerlo a casa, pero que tiene miedo de la reacción que tu y Ana puedan tener. Ella sabe que él no es como nosotras, pero cree que ese alguien nos puede ayudar en mucho, de la misma forma que le ha ayudado a ella, dice que es un hombre maravillo que tiene un poco de cada una de nosotras pero que es uno solo y que le ha enseñado muchas cosas, ademas es muy bonito, inteligente, comprensivo, amable, tolerante, pero sobre todo creativo como Annaomy, tierno y cariñoso como yo, serio y responsable como Ana y sensible y expresivo como tu." y suspirando dijo: "Quiero conocerlo y jugar con él."

En su carita pude ver esa ilusión en conocer a aquel hombre y no podía quitarle esa ilusión, y al verla así mi corazón también sentía curiosidad de conocerlo. Esperamos toda la tarde que Annaomy regresara, pero se tardaba mucho, Ana llego cansada, no le comente nada, y ella tampoco noto que nos habíamos arreglado, comimos, le ayude a hacer un par de cosas y nos acostamos con Annyta. Al parecer este hombre no había venido, lo cual era un alivio porque no quería ver la reacción de Ana.

A media noche sentí un peso en la cama, y luego de un rato un fuerte pisotón en mi espalda, cuando abrí los ojos Annyta había saltado de la cama y una sombra absolutamente negra la sujetaba, Ana se despertó sobre saltada y nos agarro a todas incluida a Annyta, que se la arrebato de las manos al intruso. Y ahí estaba él, un hombre de contextura gruesa, un poco mas alto que nosotras, vestido completamente de negro, incluida una capucha en la cabeza entre la cual relucía un atisbo de piel blanca y brillaban unos ojos grises grandes que titilaban en la oscuridad del cuarto.