EL CIELO... EN EL INFIERNO 7

Al otro lado de la puerta, en el jardín del cementerio, Annemarie vio una multitud de personas vestidas de blanco, pálidas, con sus rostros algo demacrados, que la miraban fijamente, las mismas personas que había visto Dereck salir de todos los pasillos y rincones del cementerio, los mismos que le pidieron que se callara.

- Annie... ¿Estás bien? - pregunto Paul
- Si
Se froto los ojos y cuando los abrió nuevamente, ya no había nadie, solo Demian, parado en frente de la puerta, con las llaves en sus manos. Anniemarie, parpadeo rápidamente pero ya no veía nada.

- ¿Qué pasa? - pregunto Demian
- Nada - dijo Annemarie, se giró y comenzó a caminar.

Demian y Paul se hicieron señas tratando de entender que había pasado, y caminaron hasta  alcanzar a Annemarie. Era la primera vez que ella en toda su vida veía algo así, estaba muy nerviosa y asustada como para comentar algo, así que solo permaneció en silencio y le daba pañitos de agua tibia a sus nervios diciéndose que era el cansancio o que tal vez sus ojos habían proyectado una imagen de su memoria, pero esa imagen no estaba en ninguno de sus registros, ni siquiera en las mil películas de terror que había visto en su vida, pero era algo que ella se quería negar o en si explicar, que para efectos de fe era prácticamente lo mismo.

Cuando llegaron a la puerta del parqueadero de la Iglesia la mayoría de los jóvenes ya habían empezado la siguiente actividad, así que ellos podrían relajarse, pero no encontraban a Dereck. Anniemarie fue a la sacristía con Paul para organizar y devolver el material que les habían prestado. Había pocas personas en la sacristía, y la mayoría entraban y salían. Demian se paró en la puerta de la sacristía y los observaba, mientras ellos tendidos en el piso, separaban y clasificaban cosas, pero fue interrumpido por el sacerdote quien lo tomo por sorpresa cuando le hablo por la espalda.

- ¿Y bien?-dijo el sacerdote.
- ¡Señor! - respondió Demian sobresaltado
- ¿Averiguaste algo?
- No
- Dime ¿Qué paso?
- Pues varias cosas, pero ellos permanecen herméticos. Me parece que Anniemarie tiene un problema de fe, de los otros dos no me atrevo a decir nada.
- Necesito que me aclares esa afirmación.
- No sé nada con certeza, ahora tengo más dudas que antes.
- No creo que sea nada raro... son jóvenes que jugaron con algo que no sabían manejar y ahora ven las consecuencias, no saben qué hacer, necesitamos que confiesen...
- No tienen nada que confesar...
- Si, deberíamos acorralarlos y hacer los confesar....
- ¿Qué respuesta espera usted obtener?
- La verdad
- La verdad es simplemente lo que usted supone, lo que espera encontrar, lo que usted cree que pasa sin escucharlos a ellos, esa es su verdad y no la verdad de ellos.
- Demian, ¿Qué insinúas?
- Nada Señor, con permiso.

Y se alejó de la puerta de la sacristía, en aquel punto el sacerdote había perdido la confianza de Demian y se preguntaba si podría volver a confiar en él. Por su parte Demian se había decepcionado del sacerdote Karl, a quien había admirado por tanto tiempo. En el fondo de su corazón Demian presentía que la situación de los muchachos iba mucho más allá de meterse con algo que no sabían manejar, o de haber jugado un juego prohibido.

Mientras Demian trataba de analizar la situación, lo que Dereck había visto y lo que él mismo había percibido, vio a Dereck sentado en un rincón del jardín trasero de la casa parroquial. Se le acercó para ver que le pasaba, pero cuando llego hasta él, escucho un murmullo de oraciones, el joven tenía los dedos casi morados de la fuerza con la que apretaba sus manos juntas para orar. Demian espero un momento mientras el joven terminaba de orar, y cuando sintió una pausa en la oración le toco la espalda y este salto de golpe, como gato asustado.

-Disculpa, no quise asustarte.
Dereck solo asintió con cara de sorpresa... y permaneció en silencio mientras soltaba las manos.
-¿Pasa algo?
-No, todo está bien - respondió Dereck.
-Sé que hay algo que no está bien... por favor dime ¿Qué pasa?
-Es que ni yo mismo sé que pasa, solo sé que Annemarie no está bien.
-Dereck, necesito saber qué pasa con Annemarie.
-No sé cómo explicarte.... es que yo nunca había visto algo así.
-¿Qué viste?
-No sé cómo decirte, solo sé que necesitamos ayuda, yo no sé cómo ayudar a Anniemarie.

Demian guardo silencio por un momento tratando de comprender la angustia de Dereck, pero eso le generaba aún más dudas, Dereck estaba mucho más que angustiado, parecía aterrorizado y mientras Demian buscaba las palabras apropiadas para preguntarle a Dereck sobre el asunto, un joven lo llamo y tuvo que dejar a Dereck solo.

Annemarie y Paul aún estaban ordenando material cuando Dereck se paró en la puerta de la sacristía y los observaba, en el templo los jóvenes cantaban, lo cual hacia imperceptible lo que ellos hablaban, Dereck aún estaba bastante meditabundo, tenía la mirada perdida entre lo que Paul y Annemarie hacían y un espejo que reflejaba su imagen.

Aquel espejo era gigantesco, era el espejo en el cual los sacerdotes revisaban sus ornamentos antes de salir a la celebración. Cuando Dereck se les acerco, para ayudarles, su mirada se quedó fija en el espejo, no despabilaba, parecía que la imagen lo tenía atónito, aquel reflejo lo había dejado perplejo. El gran espejo, reflejaba justo al lado de Anniemarie a aquel hombre, el mismo que había visto en el cementerio sobre la cruz, y este lo miraba fijamente y le indicaba que hiciera silencio, pero él ya había enmudecido. Paul se percató de la presencia y el estado de Dereck, Se puso de pie y lo sacudió un poco:

-¿Qué te pasa? - pregunto Paul.
- Mira - Respondió Dereck roboticamente y señalo el espejo.

Para cuando Paul miro en el espejo solo aparecía el reflejo de Anniemarie, quien se había girado para mirarlos.

- ¿Qué viste? - pregunto Paul.
- Nada - Dijo Dereck quien permanecía aun pálido mirando el espejo.
- Ustedes están muy raros - dijo Anniemarie y salió de la sacristía, arrastrando un montón de telas que llevaba en sus manos.
- Dime... - insistía Paul mientras Anniemarie se alejaba.
Pero Dereck no decía nada.

Annemarie aún estaba pensando en lo que había visto en la puerta del cementerio, la actitud de Dereck y Paul era muy extraña como para hablar con ellos, en este punto ella sospechaba que ellos sabían algo que no le querían contar. Nunca en su vida había visto algo extraño, normalmente le encontraba una explicación, pero esta vez no había nada que pudiera explicar lo que vio, ni siquiera en las imágenes más recónditas de sus recuerdos y menos sus escasos conocimientos de ciencia.... Mientras meditaba, doblaba las telas y las guardaba en el armario. Aquel armario siempre le había parecido aterrador, hasta ese momento... aquella habitación llena de estanterías de piso a techo, aquel día le pareció acogedora e interesante, se tomó su tiempo en doblar las telas, tanto que no se percató que las actividades habían terminado y que los jóvenes ya estaban regresando a casa. Aun pensaba en la imagen que había visto en el cementerio y se estremecía de pensar en ello, pero no tenía con quien hablarlo, al menos no con sus amigos.

Estaba por terminar de ordenar las telas, cuando escucho unos murmullos afuera, permaneció en silencio, cuando alcanzo a reconocer las voces de Dereck y Paul que parecían estar discutiendo afuera. Sus voces permanecían relativamente bajas así que no escuchaba bien lo que decían....

- Deberías decirle a....
- No...
- Entonces.....
- ............. Esperemos
- Necesitamos ayuda...
- .....
- Hablare con...
- No.
-......... ... sin hacer nada.
- Yo no confió en él.

Hasta que alguien los interrumpió diciendo:
- ¡Paul, Dereck! ¿Dónde esta Anniemarie?
- No sabemos.... No la hemos visto desde hace un par de horas.
- Búsquenla... Ahora! - les dijo con autoridad, y entonces ahí reconoció la voz del Sacerdote Karl.

Anniemarie decidió quedarse callada y permanecer en silencio en su nuevo refugio. Cuando no se escuchaba nada afuera decidió salir, pero para su sorpresa por allí estaba pasando Demian, quien se le acerco a prisa y le pregunto:

- ¿Estas bien?
- Si
- Los chicos y el Sacerdote Karl te están buscando.
- No les digas... que estoy por acá. No quiero hablar con ellos.
- ¿Por qué?
- Es que ellos están muy raros, hay cosas que no me dicen, y desde lo que pasó la primera noche pues me siento rara, y ellos aún más, además el Padre karl... no sé qué espera que le diga... si yo no sé nada...
- Anniemarie... ¿tú quisieras hablar conmigo?
- Sí. Aunque sé que el Padre Karl te envió a averiguar.... pero yo confío en ti.
- Me honras con tu confianza.... ven vamos y conversemos en un lugar donde no nos interrumpan.

Cruzamos el patio y el parqueadero con rapidez, esperando que nadie nos viera. Demian se dirigió al fondo del parqueadero, al punto más oscuro y entonces Anniemarie noto un pasadizo que nunca había visto por la oscuridad y por el exceso de cosas que obstruían la visión, aquel pasadizo  llevaba a unas pequeñas escalas y a una puerta algo estrecha. Demian busco en su bolsillo y saco un juego de llaves, abrió la puerta casi a ciegas, hizo pasar a Anniemarie y desaparecieron en la penumbra.

Aquel pasadizo estaba completamente oscuro, salvo por una leve línea de luz que se colaba por la rendija de la puerta, todo estaba en silencio, era casi una tumba. Entonces Demian se acercó a Anniemarie y le dijo:

- Vamos a subir las escalas en mucho silencio. Nadie nos puede escuchar.
- Aja...

Demian tomo la mano de Anniemarie y la guió por las escalas en medio de la penumbra, hasta llegar a una puerta extrañamente inclinada, los ojos de Anniemarie ya se habían acostumbrado a la penumbra, Demian abrió la puerta y la tenue luz del sol al atardecer entro por la puerta e ilumino las escalas. Demian salió primero y reviso el lugar, luego ayudo a Anniemarie a salir. Estaban en la terraza del edificio contiguo al parqueadero del templo, era muy amplio y placido para ella, el paisaje que podían ver era magnifico y hermoso, las luces de la cuidad empezaban a tomar fuerza, pues el sol se iba ocultando tras las montañas, y la luna comenzaba a mostrar su brillo en lo alto del cielo, la luz pasaba de ese hermoso blanco del majestuoso día a un amarillo que se iba convirtiendo en un naranja pálido, para darle paso al manto de la luz suave y azulosa de la luna. Anniemarie estaba extasiada con lo hermoso del paisaje, aunque bueno la terraza estaba llena de ductos de ventilación y tenía algunos arrumes de equipos, y el paisaje se veía obstruido por el gigantesco techo del templo.

Demian se voltio y le dio la espalda a la Luna para mirar el atardecer, se sentó lentamente en el piso y le decía a Anniemarie:

- Descubrí este lugar mientras ayudaba a hacer aseo. Me gusta venir a pensar aquí....
Anniemarie  se sentó a su lado y le dijo:
- Es muy tranquilo y el paisaje es hermoso.
- En realidad lo es, por eso pensé que sería apropiado para que tú y yo hablemos.
Anniemarie permaneció en silencio.

- ¿Hay algo que quieras decirme?- pregunto Demian.
- Pues sí, pero no sé por dónde empezar.
- Tranquila, por donde quieras.... si quieres me cuentas que ha pasado con los chicos...
- Es que ellos están muy raros...
- Raros...
- Si, ellos saben cosas que yo ignoro, es como si algo malo hubiera pasado conmigo y ellos no quisieran decirme, como si estuvieran prevenidos, no sé.... tal vez solo sea sugestión mía...
- En serio… ¿crees que sea sugestión tuya?
- Si, película de mujer... aunque bueno la verdad es que siempre he tendido más al escepticismo y ellos dicen haber visto muchas cosas que yo ignoro.
- ¿Tú te consideras a ti misma escéptica?
- Si
- ¿Dudas ciertas cosas o de todo en general?
- Si me pongo rigurosa en el asunto creo que de todo, pero si soy más laxa entonces diría que solo de lo que ellos dicen ver o sentir no sé.
- ¿Qué es lo que ellos ven o sienten?
- No lo sé. Es que yo nunca he visto nada. Dereck por ejemplo dice que él ve a la Virgen, que ha visto demonios y otras cosas, también espíritus y fantasmas.
- ¿Él te los ha descrito?
- Si, a veces dicen que son solo sombras o luces, pero que los ojos de su alma los identifica, la verdad ni se cómo sabe si es la Virgen o un demonio.
- ¿Tu dudas de eso?
- Si, es que yo no lo veo. Hemos intentado hacer vigilias para que yo vea lo que ellos ven pero ni lo más simple logro ver....
- ¿Qué es lo más simple?
- La escarcha de la Virgen, luego de la oración.
- ¿Nunca la has visto?
- No, a veces les digo que si para que no piensen nada, pero es como si yo estuviera ciega.
- ¿Para qué no piensen que…?
- No sé, que estoy poseída o loca. Eso paso una vez hace mucho tiempo... no podía concentrarme en la oración, estaba distraída en un bichito que había cerca, y el resto estaban en adoración pero mi mente divagaba. Los veía a todos concentrados en la oración arrodillados con la cabeza inclinada y los ojos cerrados y yo... en blanco, solo los miraba. Hasta que alguien se me acerco y me dijo que fingiera... que fingiera que estaba orando aunque no me concentrara, que para que los demás no pensaran que estaba poseída y que me iniciaran un proceso de liberación.
- ¿Entonces fingiste?
- Si
- No creo que tú seas del todo escéptica, creo… tal vez que dudas de algunas cosas, pero la situación con tus amigos no ayuda mucho, pues si bien ellos ven y tú no para ti puede generar muchas dudas esa situación. Te diré algo, la ceguera espiritual también es un don de Dios, pues tendrás que hacer un esfuerzo mayor para creer en lo que no ves. Y tal vez no estés del todo ciega, el Don de Visión, puede manifestarse de muchas formas, no solo se trata de ver con los ojos corporales fenómenos espirituales, ver desde el punto de vista espiritual va más allá de la simple acción explicita del verbo. El Don de Visión puede manifestarse en sueños o en percepciones extrasensoriales, que pueden tener una interpretación a la luz de la fe... y si somos realistas... también se pueden explicar en otras corrientes espirituales, tal vez no tan religiosas. Si quieres podemos hablar de esto a la luz de la biblia....

Demian noto la cara de angustia de Anniemarie, así que decidió parar su discurso
- ...... Sabes que eso me gustaría - dijo Anniemarie con un tono algo dubitativo.
- Está bien.... ¿Y Paul también ve cosas?
- Ahora sí, creo... antes no.
- ¿Tu sabes que ha visto Paul?
- No, no sé, pero sé que es reciente.
- ¿Qué crees que lo haya provocado?

Anniemarie guardo silencio y su mirada se perdió en el horizonte.....

- ¿Tú lo sabes? - insitio Demian

Por unos momentos Anniemarie permaneció en silencio, hasta que su lengua se soltó diciendo:

- Hace un par de semanas discutí con Dereck.......

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